Mientras el equipo Vínculos Estelí y las estudiantes de la Universitat Autònoma de Barcelona estamos construyendo con Kapla a la espera de la llegada de los chavalos del barrio que suelen jugar en la cancha del preescolar Panamá Soberana, se nos acerca un niño de unos cuatro años que, asombrado al ver nuestras construcciones, exclama:
¿Es que se pegan solas?
Poco a poco se van acercando más chigüines, una mamá y un papá.
Con la llegada de los chavalos habituales ya somos un puño construyendo con Kapla.
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Mañana ¡traigan más maderas!– reclaman los chavalos.